El camino hasta aquí no ha sido fácil, pero sí gratificante. Nací y crecí en Santiago de Chile, de madre chilena y padre austriaco. Desde pequeño, tuve un especial interés en la medicina, aunque mi gran pasión siempre fueron los deportes, especialmente el tenis, esquí y atletismo. A los 16 años, sufrí una importante lesión en la rodilla que me llevó a una operación y meses de rehabilitación. Gracias al excelente cuidado de los médicos y fisioterapeutas, pude seguir haciendo lo que más amaba: ¡deportes!

Esta experiencia marcó mi vida y me inspiró a iniciar la carrera de medicina. A los 18 años, comencé mis estudios en Chile y a lo largo de 7 años, me convencí de que era la elección correcta. Fue en el cuarto año cuando realicé una rotación en Dermatología y supe que quería dedicar el resto de mi vida a ello.

Siempre soñé con vivir en Europa y trabajar en un hospital prestigioso. Por eso, decidí mudarme a España y preparar el examen MIR de medicina. En mayo de 2013, después de meses de estudio, finalmente comencé mi especialidad en dermatología en el Hospital Clínic de Barcelona. Fue un momento emocionante y la recompensa a tantos esfuerzos.

Hoy, al mirar hacia atrás, cada obstáculo superado ha valido la pena. Encontré mi verdadera vocación y me siento agradecido por todas las oportunidades que la vida me ha brindado. Ahora, estoy listo para dar lo mejor de mí y marcar la diferencia en la vida de mis pacientes, tal como aquellos especialistas hicieron por mí durante mi vida.