En el amplio mundo de las lesiones cutáneas, el dermatofibroma destaca como una lesión cutánea benigna, que sin embargo puede asustar a muchos paciente. Aunque no es peligroso, su presencia y la aparición rápida que tienen puede generar dudas e inquietudes. en incluso pensar que se trata de una lesión maligna. Este artículo está diseñado para despejar todas tus dudas sobre los dermatofibromas, explicando en detalle qué son, por qué aparecen y cuándo es necesario buscar tratamiento.
¿De qué te hablaré en este artículo?
¿Qué es un dermatofibroma?
El dermatofibroma, también conocido como histiocitoma fibroso, es un tumor benigno de tejido blando y fibroso que se desarrolla en la piel. Suelen presentarse como pequeñas pápulas firmes y pequeños, generalmente de menos de 1 cm de diámetro. Estos nódulos son más comunes en las extremidades, pero pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.
Causas y Factores de Riesgo
La causa exacta del dermatofibroma sigue siendo desconocida. Sin embargo, se ha observado una relación con traumatismos cutáneos previos, como picaduras de insectos, heridas menores o punciones superficiales. A menudo, los pacientes reportan haber sufrido algún tipo de lesión en la zona donde aparece el dermatofibroma.
¿A quién le aparecen dermatofibromas?
El dermatofibroma puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en individuos de entre 20 y 50 años, y tiene una mayor prevalencia en mujeres. Estudios han mostrado que estos tumores constituyen aproximadamente el 3% de todas las muestras de dermatopatología que se envían a los laboratorios.
¿Por qué aparecen los dermatofibromas?
La causa exacta del dermatofibroma no se conoce con certeza. Sin embargo, se cree que puede ser una respuesta reactiva a traumatismos cutáneos menores, como picaduras de insectos, rasguños o punciones superficiales. Aunque, en muchos casos, estas lesiones aparecen sin ningún evento desencadenante aparente. Es probable que tanto factores reactivos inflamatorios como neoplásicos jueguen un papel en su desarrollo.
Síntomas de los dermatofibromas
La mayoría de los dermatofibromas son asintomáticos y se descubren incidentalmente. No obstante, algunos pueden causar dolor, sensibilidad o picazón. Suelen presentarse como nódulos firmes al tacto, de color marrón, rojo o amarillo, y pueden retraerse al ser comprimidos lateralmente, fenómeno conocido como el «signo del hoyuelo».
Diagnóstico
El diagnóstico del dermatofibroma generalmente se realiza mediante examen clínico, antecedentes del paciente y utilizando la dermatoscopia. En casos dudosos, se puede realizar una biopsia para confirmar el diagnóstico. A continuación te dejo la típica imagen dermatoscópica de un dermatofibroma.
Tratamiento
- Exéresis quirúrgica: La eliminación completa del nódulo puede ser necesaria si hay sospecha de malignidad o si el paciente lo desea por razones estéticas. Es el tratamiento de elección en la mayoría de los casos.
- Crioterapia: En algunos casos se ha descrito la utilización de la crioterapia para el tratamiento de los dermatofibromas, aunque en mi opinión no tiene mucha utilidad ni tampoco buenos resultados.
¿Se pueden prevenir los dermatofibromas?
Aunque no se pueden prevenir los dermatofibromas, es importante educar a los pacientes sobre la benignidad de estos tumores y que en la mayoría de los casos no requerirán tratamientos adicionales. Siempre les aconsejamos a los pacientes que vigilen cualquier cambio en sus lesiones cutáneas y que consulten a un dermatólogo si notan algo inusual, ya que se podría tratar de una lesión maligna.
Conclusión
El dermatofibroma es una lesión benigna común que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, especialmente en las extremidades. Aunque generalmente es inofensivo, puede causar molestias y preocupaciones estéticas en algunos casos. El diagnóstico suele ser clínico, apoyado por una biopsia si es necesario, y el tratamiento se reserva para los casos sintomáticos o por preferencia del paciente. La educación del paciente es fundamental para garantizar una comprensión adecuada y manejo de estas lesiones.
Referencias
- Myers, D. J., & Fillman, E. P. (2024). Dermatofibroma. StatPearls. Recuperado de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK470538/.
- Dermatofibromas: A Review of the Literature. SAGE Journals. Recuperado de https://journals-sagepub-com.sire.ub.edu/doi/10.1177/106689690401200406.



