Los lunares rojos pueden aparecer con poca o ninguna advertencia. Si estás preocupado por su apariencia, definitivamente no estás solo, pero puedes respirar profundamente y relajarte. La mayoría de los lunares rojos, son totalmente benignos, así que no hay necesidad de entrar en pánico.

Los lunares rojos son lesiones vasculares cutáneas benignas muy comunes y que pueden desarrollarse en casi cualquier parte del cuerpo. La presencia de pequeños vasos sanguíneos y capilares en su interior son los responsables del característico aspecto rojizo y de ahí el nombre de lunares de sangre. Los lunares rojos reciben diferentes nombres aunque el término médico correcto es el de angioma. Buscando por la web me he encontrado con múltiples términos para la misma entidad y quizás los conoces por algunos de los siguientes nombres:
- Angioma senil
- Angiomas de cereza
- Lunar de sangre
- Punto rubí
- Puntos rojos
- Hemangioma capilar
- Hemangioma cereza
- Manchas de Campbell de Morgan
Los angiomas son lesiones de la piel adquiridas benignas y que suelen aparecer después de los 30 años de vida. Su causa es desconocida, aunque se cree que existe un factor genético importante.
¿Por qué aparecen los lunares rojos?
Se desconoce la causa exacta por la cual aparecen los angiomas, pero puede haber un factor genético que hace que ciertas personas sean más propensas a contraerlos. También se han relacionado con el embarazo, y algunas condiciones médicas.
También parece existir una relación entre la aparición de los primeros los angiomas y la edad. A menudo comienzan a aparecer a partir de los 30 años de edad y parecen aumentar en tamaño y número con la edad. Un estudio valorando la prevalencia de los angiomas mostró que más del 75% de las personas mayores de 75 años los tienen.
Un angioma suele ser de color rojo brillante, de forma circular u ovalada, y son pequeños en diámetro (generalmente de un tamaño que va desde la cabeza de un alfiler hasta medio centímetro. Algunos son planos y uniformes con la piel, mientras que otros se encuentran ligeramente levantados. Pueden sangrar si el angioma se irrita por el ejemplo al rascarse o con el roce del sujetador.

¿Tengo que preocuparme?
Este tipo de tumores benignos de la piel no suele ser motivo de preocupación, a menos que algunos de ellos sangre con frecuencia, cambie de tamaño, forma o color. En estos casos es importante que contactes con tu dermatólogo para solicitar una valoración y descartar otro tipo de lesiones malignas.
¿Que otros tipos de lesiones vasculares son frecuentes?
Al igual que los angiomas también existen otras lesiones vasculares cutáneas de características benignas que pueden aparecer durante la vida. Muchas de ellas se parecen mucho a los lunares rojos y tiene un tratamiento bastante similar. Debido a las similitudes entre estas lesiones me parece interesante comentarlas.
Lago venoso
Un lago venoso o laguna vascular es una dilatación de las vénulas. Es una lesión común, que se suele manifestar como una pápula asintomática de color azul oscuro a violáceo en la oreja o el labio de una persona mayor. Se cree que los lagos venosos son el resultado de un daño solar, que debilita los vasos sanguíneos y esto permite la dilatación de las estructuras venosas superficiales.

Araña vascular o angioma en araña
Clínicamente, hay una arteria central de la cual irradian numerosos vasos sanguíneos pequeños. La arteria central ascendente aparece como el cuerpo de una araña, y los vasos radiantes se parecen a las patas de la araña. Son benignos y los vemos habitualmente en la cara.


Angioqueratoma
Son neoplasias vasculares benignas asintomáticas que se caracterizan que clínicamente se ven como placas o nódulos verrugosos azulados o negros. Como clínicamente se presenta como lesiones negras azuladas (como el cáncer de piel melanoma) es necesario siempre utilizar la dermatoscopia para poder hacer un diagnóstico correcto antes de tratarlos.


¿Cómo quitamos los angiomas y otras lesiones vasculares?
En primer lugar no es necesario quitar los angiomas o las diferentes lesiones vascular previamente descritas. Normalmente los dermatólogos las tratamos por motivos estéticos. Otros motivos frecuentes por los cuales es necesario eliminar los angiomas es porque molestan, ya que se encuentran en áreas que se rozan fácilmente, lo que puede provocar un sangrado o irritación. A continuación detallaré los métodos más comunes para la eliminación de los angiomas o lunares rojos.
1- Electrocauterización
Este método quirúrgico de tratamiento consiste en quemar el angioma utilizando una corriente eléctrica suministrada por una pequeña sonda. Si bien es muy efectivo pueden quedar pequeñas marcas después del tratamiento, especialmente en personas de piel más oscura. Normalmente es una buena opción en angiomas pequeños pero no es mi favorito.
2- Crioterapia
La crioterapia consiste en congelar el angioma con nitrógeno líquido (−195,8 °C). El frío extremo lo destruirá. Este método es conocido por ser un procedimiento rápido y relativamente fácil de realizar. A menudo sólo se necesita una sesión de tratamiento para que la crioterapia sea efectiva.
Si bien suena muy fácil de realizar, no es mi método favorito para el tratamiento de los angiomas. Esto es debido a que en una sesión solo podemos tratar pocos angiomas y además siempre congelamos la piel sana de alrededor del lunar rojo. Esto puede causar cambios de coloración en la piel que pueden durar muchos meses o años.
3- Láser o luz pulsada intensa (Método preferido)
Para mi el tratamiento láser es el de elección de los angiomas. Este tipo de procedimiento implica el uso de un láser vasculares, luz pulsada intensa o láser de CO2 para la eliminación definitiva del angioma o lunar rojo. Este método es rápido, indoloro y se realiza de forma ambulatorio. Dependiendo del número de angiomas que tengas en todo el cuerpo, puedes necesitar entre una a tres sesiones de tratamiento. Además los cuidados post-tratamiento son mínimos y puedes retomar tus actividades inmediatamente.

4- Cirugía (¡NO por favor!)
La cirugía de los angiomas también se ha descrito, aunque hoy en día apenas es utilizada. La cirugía es invasiva y tiene altas posibilidades de dejar una cicatriz. Por estos motivos, no deberían tratarse estas lesiones con cirugía ya que contamos con técnicas descritas previamente con alta eficacia, mínimamente invasivas y con excelentes resultados estéticos.
¿Qué cuidados tengo que tener después de quitar los lunares rojos?
Los cuidados después de la eliminación de los angiomas serán bastante sencillos y prácticamente no tienes que hacer mayor cuidados. Normalmente recomendamos:
- Evitar la exposición solar de la zona tratada
- Lavar diariamente con agua y jabón para evitar la formación de costras
- Utilizar alguna pomada con antibióticos, vaselina o crema regeneradora durante los primeros días del tratamiento.
Una vez quitados los angiomas, ¿Me volverán a aparecer?
Los angiomas que se quiten no volverán a aparecer. El problema es que al ser una condición genética aparecerán nuevos lunares rojos a lo largo de la vida. Lo que recomendamos los dermatólogos es que de forma recurrente y según la necesidad de cada paciente, realizar sesiones de periódicas para eliminar los nuevos angiomas que vayan apareciendo. El tiempo es variable pero puede ser cada varios meses hasta años.